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16 jun 2021
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China se enfrenta a un rápido aumento del volumen de residuos. En el futuro, pretende que los centros de recogida de residuos inteligentes y con control digital hagan que aumente la baja tasa de reciclaje actual. Con reconocimiento facial, chips RFID y procesamiento de datos en tiempo real.
Es raro ver al presidente de una superpotencia ocuparse personalmente de los problemas de separación de residuos. El presidente chino, Xi Jinping, lo hizo en noviembre de 2018, cuando pronunció un discurso en el que amonestó enérgicamente a los ciudadanos de su país para que mejoraran la forma de clasificar sus residuos.
Durante 20 años, China ha intentado aumentar su tasa de reciclaje, con un éxito modesto hasta ahora. En 2019, diferentes informes sitúan esa tasa entre el 5% y el 20%. En la actualidad, China ya produce más residuos que Estados Unidos. Para 2030, el Foro Económico Mundial estima que China tendrá el doble de volumen de residuos domésticos que Estados Unidos Multas severas
En 2019, Shanghái se convirtió en una de las primeras grandes ciudades chinas en renovar su sistema de recogida de residuos. A partir de entonces, quien no separara ordenadamente los residuos de cocina, los secos, los reciclables y los peligrosos se enfrentaba a multas: hasta 200 yuanes (unos 25 euros) para los particulares y hasta 50.000 yuanes (unos 6.460 euros) para las empresas. Y la multa conlleva la anotación de puntos negativos para los ciudadanos individuales en su cuenta de calificación social. Quien acumula demasiados puntos negativos es considerado menos solvente en los bancos chinos, por ejemplo. Al mismo tiempo, la introducción del nuevo sistema de recogida de residuos fue acompañada de una campaña de información masiva.
Para 2025, China quiere haber introducido la separación de residuos en las 299 ciudades a nivel de prefectura. Sin embargo, en las ciudades más pequeñas, era del reciclaje aún no ha comenzado del todo.
Sin embargo, la recogida no va bien en las ciudades. Además de seguir ampliando la infraestructura de recogida existente, China también quiere aprovechar las ventajas de la digitalización en el futuro para aumentar la disposición a participar en la recogida de residuos y mejorar la disciplina de hacerlo. Los primeros proyectos piloto ya están en marcha. Soluciones inteligentes
La Zona de Desarrollo Industrial de Alta Tecnología de Changsha ya cuenta con un sistema inteligente piloto de recogida de residuos. Tras registrarse por teléfono móvil, cada hogar recibe una cuenta en la que se conceden puntos de bonificación por los materiales que se han eliminado correctamente.
Los puntos pueden canjearse posteriormente por productos de uso cotidiano o por dinero en efectivo. En otras palabras, el sistema está basado en la recompensa y no en el castigo. Los centros de recogida de residuos se controlan en tiempo real, con sensores y cámaras de vídeo que permiten saber con precisión quién ha tirado qué residuos y cuándo. El acceso al lugar de recogida se realiza mediante el reconocimiento facial, un documento de identidad o el escaneo de un código QR. El corazón del sistema es una caja de reciclaje inteligente con aberturas para introducir vidrio, metal, plástico y papel, así como cuatro contenedores de residuos de plástico de 240 litros incorporados. Los módulos informáticos integrados en ellos llevan a cabo el reconocimiento facial y el pesaje automático, y un indicador de nivel señala cuándo hay que sustituir un contenedor.
Introducido en 2018, el sistema goza de gran popularidad según la información oficial. La tasa de participación es del 100% y la eliminación de residuos se sitúa ahora en el 70%. Debido al coste de inversión relativamente alto del sistema, ninguna ciudad lo ha adoptado aún por completo. Unidad de recogida inteligente en Shanghai: reconocimiento facial, chips RFID y procesamiento de datos en tiempo real en la separación de residuos Big data para la gestión de residuos
Los centros de recogida inteligente de residuos ofrecen una capacidad de control muy exhaustiva. Por ejemplo, se pueden obtener datos sobre la cantidad y la ubicación de los residuos instalando chips RFID en los contenedores de basura y lectores de tarjetas con chip RFID en los vehículos de recogida de residuos. De este modo, cualquier cambio u optimización puede realizarse sobre la base de datos y no sensaciones subjetivas. El panorama es similar para la planificación de las rutas más eficientes para los vehículos de recogida de residuos.
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El reciclaje en China: ¿De cero a campeón?
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